Proyecto SEDA - Sericultura sustentable

Investigación en seda nativa

Buenos Aires
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Argentina
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Junio 14, 2019

En el marco del Proyecto Seda, cofinanciado por la Unión Europea a través del Programa ADELANTE, en el mes de junio de 2019, en los laboratorios de seda del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) se realizó una intensa semana de cooperación cientifica en sericicultura entre los socios del Proyecto Seda: Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) e INTI con la misión de avanzar en las pruebas de descrude, hilado y tinción con tintes naturales de la seda nativa.

La variedad de seda nativa es conocida como Rothschildia Scheiteriana, y los capullos son de una tonalidad dorada de alto valor en el mercado y poco comunes en el país. “A diferencia del Bombyx mori que es una especie que tiene 5.000 años de domesticación en la actividad sericícola, la Rothschildia tiene 2.000 años sólo de utilización, no de domesticación, y su utilización siempre fue como seda cortada”, explicó la Ing. Agr. Graciela Romero de INTA Salta. “La Rothschildia es un lepidóptero de hábito totalmente natural. Ancestralmente, los habitantes de la zona del noroeste del país hacían la recolección de los capullos silvestres para luego hilarlos y confeccionar prendas como mantas, ponchos y chalinas. Hay registros de estos trabajos que datan de la época precolombina”, continúa la ingeniera. 

La devanadora diseñada desde en el Centro INTI-Textiles fue pensada para la obtención de hilado de filamento continuo con capullos de seda de bomyx mori. Junto al jefe de laboratorio Hugo Enciso, el desafío del equipo de investigadores INTA-INTI consistió en ajustar la maquinaria e idear anexos para alcanzar el devanado de un cono de hilo.

Si bien uno de los valores más importantes de la seda nativa es su distintivo color dorado. “A diferencia del Bombyx que no conserva el color de su capullo cuando se le practica la extracción de la sericina; en la especie nativa se mantiene su color natural”, afirma Graciela.

En los laboratorios químicos del centro INTI-Textiles se realizaron pruebas de colorimetría en tinción con tintes naturales, comparando variedades de schappé de seda de Rothschildia y de Bombyx. En exámenes visuales se pudo observar que la seda nativa toma más el color.

El grupo de investigación liderado por Romero tiene un enfoque de rescate de esta fibra nativa para la provincia de Salta y devolverla a la comunidad a la que pertenece, que son las comunidades del monte, con el objetivo del rescate y revalorización patrimonial y para que tengan una actividad con la que puedan mejorar sus ingresos y su calidad de vida.

“Es una actividad totalmente sustentable, porque los capullos deben recolectarse cuando la mariposa adulta ya emergió del capullo, de manera de que no se daña a la mariposa; como sí sucede con otras especies de lepidópteros en los que es necesario sofocar la crisálida para obtener un filamento contínuo”, destaca Romero; y continúa “se efectúa la recolección del capullo que ya no tiene ninguna utilidad para la Rothschildia Scheiteriana”.

“Era una materia pendiente en mi investigación, los ensayos de devanado para mejorar la calidad del hilado. Mis expectativas eran grandes, y me voy con muchas cosas en el alma. Logramos un hilo que mantiene el brillo natural dorado e iniciamos un camino para el cual, somos conscientes que debemos invertir muchos capullos antes de tener la tecnología que tenemos hoy en la especie Bombyx Mori”, remarca Graciela.

En el marco del Proyecto Seda, cofinanciado por la Unión Europea a través del Programa ADELANTE, en el mes de junio de 2019, la ingeniera Romero realizó una pasantía en los laboratorios de seda del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) con la misión de avanzar en las pruebas de descrude, hilado y tinción con tintes naturales de la seda nativa.

Los capullos de seda de Rothschildia Scheiteriana son de una tonalidad dorada de alto valor en el mercado y poco comunes en el país. “A diferencia del Bombyx mori que es una especie que tiene 5.000 años de domesticación en la actividad sericícola, la Rothschildia tiene 2.000 años sólo de utilización, no de domesticación, y su utilización siempre fue como seda cortada”, aclara Romero.