Proyecto SEDA - Sericultura sustentable

Tareas de cría de Bombyx Mori en México

Jiquilpán
,
México
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Abril 29, 2019

El Referente Técnico del Patronato del Centro Turístico y de Capacitación Sericícola y de Rebocería de Jiquilpán, conocido como Casita de Piedra para Proyecto Seda, M Sc Juan Rodríguez Martínez, estuvo trabajando en la cría de gusanos. Posterior a la cría, le siguieron tareas de corte de los capullos para la extracción y sexado de las pupas (crisálidas) en este estadio de su ciclo biológico. Una vez que rompen su cubierta quitinosa y emergen como mariposas, se reúnen para su apareamiento y fecundación, obteniendo posteriormente huevos fértiles. 

Durante los meses de la primavera del 2018, en Casita de Piedra se realizó la apertura de zanjas en el bosque circundante a la entidad para la plantación de moreras más cercanas al establecimiento de cría de gusanos de seda, que se alimentan solamente de hojas de morera fresca.

“Durante el proyecto de transferencia de tecnología básica en sericicultura con la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) entre los años 1991 - 1994, realizamos una selección y nomenclatura (por su fenotipo) de variedades locales que encontrábamos. A las dos variedades seleccionadas que trasplantamos en esta oportunidad les dimos el nombre de San Luis Potosí 5 y San Luis Potosí 6 (SLP-5 y SLP-6). Una es de fruto blanco (SLP-5) y la otra de fruto lila (SLP-6) de muy agradable sabor agridulce; excelente para jarabes o mermeladas. La blanca es de un dulzor no muy intenso”, explicó Juan Rodríguez, Referente Técnico de Casita de Piedra.

El resultado de las actividades es una verde postal para el espectador, prolijas plantaciones lineales alrededor de las instalaciones de Casita de Piedra. Pero las actividades sericícolas no terminaron con la etapa primaria de cultivo de moreras, los artesanos de la seda locales aprovecharon los días veraniegos para cultivar una de las técnicas tradicionales para la confección de prendas de seda. Alrededor de un telar de pie, le agregaron valor a la materia prima a través del trabajo manual y la transmisión de la tradición artesanal local.

En las instalaciones de Casita de Piedra, el artesano textil Santiago Escalera confecciona una chalina en un telar de pie. El jóven aprendió las técnicas del trabajo en este telar desde niño, pues su familia tradicionalmente se dedicó a esta actividad durante toda su vida.“De hecho, Santiago es el último eslabón de una actividad que fue el sustento económico para mucha gente en este pueblo de Jiquilpan; la rebocería era la actividad económica principal del pueblo y el trabajo nuestro con la sericicultura fue determinante para su rescate, y que visualicé como el complemento perfecto de la sericicultura; por darle valor agregado a la seda que obtenemos a través de la confección de prendas de alto valor artesanal, como las que Santiago confecciona en el telar de pie”, destacó Juan Rodriguez.